Fué un partido de infarto, dónde los blancos después de un primer cuarto....horrible! el equipo baskonita, se iba en el marcador 12-25.
El equipo blanco dio señas de reacción a los 22 puntos de diferencia que le endosó el equipo vasco a comienzos del segundo cuarto y liderados por Bullock y la dirección de Llull hacían un 7-0 que anunciaba que no 'tirarían la toalla' y 'venderían cara' la victoria.
En el tercer cuarto, más de lo mismo, el Real Madrid a base de corazón recortaba la diferencia a diez puntos, lo que hacía pensar a los aficionados que poblaban las gradas de Vistalegre en la remontada, pero entre Splitter y Teletovic tiraban abajo las ilusiones madridistas abriendo de nuevo una brecha considerable ,15 puntos.
Cuando todo apuntaba a que el último cuarto iba 'a sobrar', el Real Madrid demostró su casta y tras un parcial de 13-0 y los aciertos desde la línea de 6,25, empataban a 72 el encuentro. El final fue de infarto. Con un Louis Bullock con cuatro faltas, Felipe Reyes se echó equipo a la espalda y gracias a una jugada de 2+1 ponía al equipo madridista por delante, algo que sólo había ocurrido en el 2-0 inicial.
De estos partidos nos dejan muchas cosas que aprender.........una de ellas,
"No importa cómo empieces el partido, sino cómo
lo terminas"
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